Las personas perdonamos antes el error que la incoherencia.
Michael Faraday ya lo pensaba cuando afirmó: «A veces ser coherente es más aplaudido que tener razón».
¿Pero hasta dónde hay que llevar la coherencia para mantener la apariencia? ¿Es la apariencia y la coherencia una trama que se teje alrededor de nuestra imagen y nuestra carrera, atrapándonos sin salida?
La marca personal debe ser construida sobre una base sólida real: la inspiración y el objetivo vital de ese profesional.
Digo profesional porque ahora ya no tenemos un empleo, desarrollamos profesiones. Ocupaciones que nos forman y que agregan valor a lo que sabemos hacer. Gestionar sabiamente la carrera significa tomar decisiones en cada momento que sumen a ese Haber y no que resten en el Debe.
Tres ideas al respecto quiero transmitir en mi artículo de hoy.
1. La misión de lo que hacemos, el «para qué» nos levantamos cada mañana debe conectar con nuestra ética. Sentir ilusión y no asco. La empresa en la que trabajamos o la actividad que desarrollamos debe estar motivada por ese «por qué» estoy yo aquí y qué puedo aportar.
* El que dejó de sentirlo fue el directivo de Golman Sachs que dimitió con un sonoro artículo publicado en el New York Times dando portazo a 12 años de carrera. Se quedó a gusto aireando esa pérdida de valores, haciendo un llamamiento a la compañía a regresar a la cultura perdida.
2. La evolución debe anteponerse a la coherencia. El aprendizaje nace de la prueba y el error, de reconocer que se estaba equivocado -de desviarse del camino anterior, lo que para algunos significa incoherencia. Innovar es errar muchas veces hasta acertar.
Cito también a Faraday: «Nothing is so good as an experiment which, whilst it sets an error right, gives us (as a reward for our humility in being reproved) an absolute advancement in knowledge.»
Cambia de rumbo si toca, continúa en la misma línea si avanzas. Cambia, si los primeros pasos de tu carrera te han llevado a una actividad en la que realmente no das el máximo de tí -si te sientes desaprovechado y desmotivado. Continúa si tu experiencia y sabiduría se acrecienta, a la vez que tu ilusión por lo que haces.
Sé coherente si creces, evoluciona y reinvéntate si te estancas.
3. Medita, analiza y decide buscando progresar en tu conocimiento y experiencia. Integra errores y aciertos en la búsqueda de tu misión personal. Así verás que, a pesar de todo lo dicho, existe realmente la coherencia: la de tu YO.
Al contarlo, la historia adquirirá belleza, como decía Faraday: «I am no poet, but if you think for yourselves, as I proceed, the facts will form a poem in your minds.»
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Decidir qué paso de carrera hay que dar es más que aceptar la primera oferta que recibes. El halago y la expectación ante lo desconocido puede llegar a cegar el buen criterio.
Dibuja un buen mapa de carrera, avanza en la mejor dirección. Construye marca personal de valor.
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Cree en ti mism@ y en lo que haces!! Es tu mejor tarjeta de presentación.
Gracias Arancha por mostrarnos el camino para poder empezar a construir una marca personal seria.