Desde que conocí a Francesc, cada vez que pienso en él lo asocio a la montaña.
A la libertad, al reto, a la satisfacción de llegar a la cumbre. Me lo imagino perfectamente haciendo alpinismo, parapente o escalada. Buscar la cima, recorrer el camino con esfuerzo, saborear el placer de superar cada etapa.
Me rondaba esta idea por la cabeza en los días previos a escribir su Historia de Crack, cuando –sorpresa la mía – Francesc me cuenta que está a punto de lanzar TopSherpa. Pienso inmediatamente que el nombre le sienta muy bien ¡y eso que la empresa no se dedica a la montaña!.
Topsherpa es una empresa que será un punto de encuentro entre freelancers – principalmente tecnológicos y creativos – y empleadores que busquen profesionales para proyectos concretos.
Decir que Francesc es un emprendedor no es gratuito. A los 25 años fundó su primera empresa: GIMAGE.
Crear una compañía, buscar inversión, hacerla crecer y dejarla funcionando es algo que algunos no llegan a hacer nunca en su vida. Él al cumplir los 30 ya lo había hecho.
Y no puede parar de hacerlo y de enseñar cómo hacerlo.
Además de lanzar TopSherpa, Francesc colabora en la Universidad Autónoma de Barcelona como docente y en ESADE como consultor de Marketing Corporativo.
Me contaba que en sus años universitarios se reunía una vez a la semana con amigos emprendedores y debatían proyectos, algunos potencialmente viables y otros completamente imposibles. Me los imaginaba jugando a crear empresas, actuando de defensores y abogados del diablo, poniendo pegas o soñando quimeras.
Básicamente estaban entrenando el músculo emprendedor y alimentándose con el carburante de la pasión.
Y demostró que podía hacerlo con Gimage. Perseveró hasta lograr la inversión necesaria y pulió el plan de negocio hasta hacerlo realidad y transformarlo en una empresa con proyecto y personas.
Personas en las que Francesc puso toda su energía. Transmitirles la visión y la misión, aquello para lo que estaban hechos. Hacerles creer y sentir los valores que representaban. Ilusionarles e inspirarles para hacer crecer el proyecto. Enamorarles cada día.
¿Influyó la suerte en el triunfo de Francesc como emprendedor siendo tan joven?
Sí, si hablamos de la suerte que le da su optimismo y el haber trabajado sin descanso para alcanzar su sueño.
Sí, si llamamos suerte a su inquietud por construir un mundo mejor y el esfuerzo que ha puesto en crear algo de calidad que contribuya a ello.
Sí, si creemos que la suerte nace de la gente que le rodea – alumnos, profesores, compañeros, clientes e inversores- a los que admira e intenta no defraudar cada día aportándoles valor con cada cosa que hace.
Francesc también sabe que la pasión no lo es todo para emprender. Que hay que entender para qué vale cada profesional y saber decir que no a tiempo. Humildad para reconocer los errores.
Francesc subirá muchas montañas en su vida, porque nunca le faltará el aliento para dar un paso más hacia la cima, la mochila cargada de perseverancia y buen humor y el apoyo de su equipo durante el ascenso.
El perfil Linkedin de Francesc Font
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