Nos ha pasado a todos. Caminas en una habitación llena de extraños, con tu pulso acelerado y la ansiedad corriendo por tus venas. Sabes que tienes los conocimientos y las habilidades para sobresalir, pero te cuesta demostrarlo. Quizás te llamas A.M., una ingeniera brillante que sabe que tiene mucho que ofrecer, pero que se encuentra luchando contra sus propios miedos y dudas, especialmente cuando se trata de causar una buena primera impresión. Es un sentimiento desalentador, ¿no es así? Pero no te preocupes, este post está especialmente creado para ti. Aquí, te ayudaremos a desentrañar tus fortalezas internas y a arrojar luz sobre cómo puedes transformar tus interacciones, mejorar tu comunicación y finalmente, causar una primera impresión que refleje verdaderamente quién eres y todo lo que puedes lograr. No se trata de fingir ni de enmascarar tus verdaderos sentimientos, sino de aprender a confiar en ti misma y en las extraordinarias habilidades que posees.
El caso es que no hay una segunda oportunidad para generar una primera impresión buena, y eso vale por todas las situaciones en la vida. Ya sea en una entrevista de trabajo, en una cita, en una reunión social o en cualquier otro tipo de encuentro, la forma en que nos presentamos y comportamos en los primeros minutos puede tener un gran impacto en cómo somos percibidos por los demás. Por esta razón, es crucial saber cómo generar una primera impresión positiva. En este artículo, exploraremos algunas estrategias efectivas para ayudarte a causar una buena impresión desde el principio.
La imagen puede ser una percepción mental o una representación física de algo, como una persona o una cosa. La imagen que una persona quiere proyectar puede ser diferente de la realidad, lo que se llama «gestión de impresión».
La importancia de la impresión
La gestión de impresiones es cuando las personas tratan de controlar cómo los demás las perciben. La imagen profesional es la combinación de cómo uno quiere ser visto y cómo es percibido por otros. La reputación es cómo los demás ven a una persona en general. Desarrollar una marca personal ayuda a establecer relaciones de calidad al controlar cómo los demás nos ven.
Según el sociólogo Goffman, cuando conocemos a alguien tratamos de obtener información sobre esa persona para entender cómo es y cómo debemos actuar alrededor de ella. Así, al controlar cómo los demás nos ven, podemos guiar sus expectativas y mejorar nuestras interacciones con ellos. Pero esto también afecta a cómo nosotros nos percibimos a nosotros mismos.
La teoría de la autoverificación dice que las personas buscan confirmación de su autoimagen a través de la interacción social, lo que significa que queremos que la gente vea lo que pensamos de nosotros mismos. Esto puede ser tanto si pensamos que somos buenos en algo como si pensamos que somos malos en algo. Queremos sentir que somos estables y seguros en nuestro mundo social, por lo que es importante tener una imagen de nosotros mismos clara. A veces, podemos incluso comportarnos de ciertas maneras o pensar ciertas cosas para que los demás nos vean como queremos.
En el trabajo, es importante que cada persona se vea a sí misma y a los demás como individuos, no solo como parte de un equipo. Además, el ambiente en el que trabajamos también puede afectar cómo nos vemos a nosotros mismos. La teoría dice que preferimos mantener una imagen constante de nosotros mismos, incluso si a veces queremos cambiar algo. En resumen, la teoría de la autoverificación dice que las personas quieren confirmar su autoimagen al relacionarse con otras personas, y esto es importante tanto en el trabajo como en la vida diaria. Por ejemplo, si te gusta ser considerado amable, probablemente tratarás de ser amable con los demás para que ellos te vean de esa manera.
Cómo gestionar tu imagen
Aquí os dejo algunos consejos para gestionar la imagen:
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Preparación previa: Antes de cualquier encuentro importante, es útil investigar y prepararse. Investiga la cultura de la empresa, los valores, la industria y el papel para el que se está preparando. Esto da confianza y muestra compromiso y profesionalismo.
- Trabaja en tu lenguaje corporal: La forma en que te mueves y te comportas dice mucho sobre ti. Aprende a mantener una postura adecuada, hacer contacto visual y sonreír con confianza.
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Autenticidad y congruencia: La gestión de impresiones no debe implicar la creación de una falsa imagen de uno mismo, sino la presentación auténtica y coherente de quien eres realmente. Esfuérzate por mostrar tu verdadera personalidad y valores, ya que ser una persona auténtica hará que te sientas cómoda y segura. Además, las personas suelen percibir y valorar la autenticidad en los demás.
- Se empático/a: Escucha activamente a los demás, hazles preguntas, muestra interés en lo que dicen y trata de entender sus perspectivas.
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Actitud positiva: Mantener una actitud positiva y abierta puede ayudar a conectar con los demás. Mostrar interés en los demás, ser respetuosa y mantener una mentalidad de crecimiento son aspectos clave para proyectar una imagen positiva.
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Autoafirmación y autoverificación: Para mantener una imagen constante y clara de sí misma, trabaja en autoafirmarte y buscar situaciones que refuercen tu autoimagen positiva. Puedes buscar feedback y críticas constructivas para continuar tu crecimiento y desarrollo personal y profesional.
Recuerda que tu imagen se basa en cómo los demás te perciben, por lo que es importante trabajar en estas áreas para proyectar una imagen positiva.
La pregunta final es ¿y sabes qué imagen quieres proyectar? ¿has pensado en tu marca personal? ¿sabes contestar las tres preguntas del talento?
Para ello, te puedes apoyar en el método RADAR, mi método por excelencia que te ayuda a encontrar el foco y a poner la atención dónde hace falta. Radar es el acrónimo de: Relevancia, Audiencia, Diferencia, Acción y Reflexión en la creación de una Marca Personal, ideal para identificar todos los elementos para llegar donde te propongas. Te dejo aquí un artículo para que puedas profundizar en el Método RADAR.
Igual que hablamos de la imagen personal, lo mismo se aplica con la imagen de las organizaciones. Se debe ir siempre con cuidado: no se puede ser falso ni vender lo que no es. En las personas, eso es ejemplo de una marca personal mal hecha, basada en la osadía y la mentira. En las compañías, por ejemplo aquellas que dicen que son buenas con el medioambiente pero en realidad no, cargan con penas por hacer greenwashing. Algunos ejemplos de greenwashing los contamos en este artículo.
Todos tenemos nuestros momentos de duda e incertidumbre. Sin embargo, es a través de estos desafíos donde encontramos la verdadera fuerza y belleza de quienes somos.
La gestión de impresiones no se trata de esconderse detrás de una máscara, sino de brillar con tu luz auténtica. Es una habilidad que nos ayuda a comunicar efectivamente nuestra verdadera esencia al mundo. La imagen que proyectamos no es más que un espejo de nuestras fortalezas, nuestras aspiraciones y nuestros valores.
La primera impresión que desees proyectar es simplemente un reflejo de todo lo que ya eres.
Sigue avanzando con confianza y autenticidad. Haz que cada encuentro, cada entrevista, cada conversación, sea una oportunidad para confirmar y celebrar tu valiosa autoimagen. Recuerda, cada paso que das es un paso más cerca de la versión de ti misma que anhelas ser.
Si alguna vez sientes que necesitas más orientación en este viaje, por favor, no dudes en contactarnos. Aquí estamos, listos para acompañarte en cada paso, para ayudarte a navegar por los desafíos y celebrar tus triunfos. Recuerda, no tienes que hacer todo en solitario. Juntos, podemos convertir esos momentos de duda en oportunidades de crecimiento y autoafirmación.
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Es muy importante el lenguaje no verbal, es el espejo de nuestro subconsciente en estado puro.