Poseer el don de la exploración es algo más que contar con un gran activo para la supervivencia profesional. Además, es una cualidad tan apreciada que se convierte en un gran diferencial.
Algunas personas poseen esta cualidad de forma innata, y otras la aprenden, bien por interés o bien por pura supervivencia. Y sin embargo, siendo algo tan valioso, todavía hay quien asocia esta búsqueda incesante por aprender y explorar nuevos campos como algo negativo, con comentarios del tipo: “éste o ésta no tiene nada claro su futuro” o “va dando tumbos sin rumbo fijo”.
Hoy os contaré por qué no hacer caso a los que creen que no hay que moverse de una línea jamás y por qué el explorar se ha vuelto asignatura imprescindible en estos tiempos de cambio que vivimos.
Dejamos los raíles para diseñar carreras sin límites
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Durante los últimos cien años, la elección de los estudios o el primer empleo eran determinantes para desarrollar una profesión o trayectoria a futuro. Escoger un camino u otro suponía una decisión crucial porque si te equivocabas o querías cambiar, la alternativa era casi imposible. Primero porque las corporaciones te ofrecían trabajos para toda la vida y segundo porque el mercado era conservador y muy poco dinámico.
Ahora, las carreras han dejado de ser lineales para convertirse en bosques con múltiples rutas y caminos, donde escoger uno u otro no significa limitarse, sino aprender para ampliar el rango de opciones y habilidades que aplicar en los siguientes proyectos. Por eso es necesario tener un Mapa de Tu Talento, una guía que sirva de brújula, donde puedas saber que todas las decisiones que están dentro de un marco, aunque sean parcialmente incorrectas, jamás serán erróneas, y también cuáles serán definitivamente pasos que te llevarán a sitios donde no quieres estar de ninguna de las maneras. Recuerda que tu talento, la capacidad única que tienes para hacer algo, necesita estar en el lugar donde pueda ser desarrollado. Donde cuente con los recursos y la confianza para crecer y colaborar. Si te faltan aliados, si careces de confianza, si no tienes las herramientas, resultará indiferente que tus cualidades sean perfectas. Fracasarás. Encontrar la mejor ubicación de tu talento es crítico en cada momento para construir una carrera de éxito.
Seamos exploradores
Hay quien asegura que todos somos exploradores, y también quien afirma que la exploración es actividad de sólo unos pocos. Que sólo algunos privilegiados pueden permitirse el lujo de arriesgarse y equivocarse, al tener cubiertas las necesidades mínimas para vivir.
Yo creo que como el concepto de raíl en la carrera, son prejuicios del pasado. Resulta indiscutible que explorar es una pieza clave dentro de la carrera profesional. Y no sólo para saber valorar las distintas opciones, sino también para enriquecerse dentro del área donde están.
Una vez, un explorador que había hecho una expedición al polo me contó una historia que me recordó mucho a la carrera profesional. Parece ser que cuando están sobre el hielo, buscando alcanzar su meta, han de contar con el hecho de que el suelo bajo sus pies no deja de moverse. Cuando descansan, aunque sea unas horas, el hielo se desplaza, distanciándose de su objetivo. Sin moverse, se están alejando.
Cuando no aprendes, cuando no exploras qué factores están modificando tu realidad y cómo adquirir herramientas para afrontarlas, aunque no te hayas movido de tu puesto, de tu profesión, de tu camino, te estás alejando de la excelencia. Estás dormido.
No hay excusas. Hay mucha información, recursos y herramientas para explorar. El Re-Skilling o reciclaje de sus habilidades es continuo e imprescindible. (Te animo a leer cómo transformarte, cómo elegir el mejor camino y cuáles son los recursos que pueden ayudarte en este enlace)
Por ejemplo, puedes empezar siendo un abogado empático que lucha para defender a los más desvalidos y acabar trabajando como ayudante en una ONG o educador social. También puedes tener grandes dotes para comunicar y trabajar de cara al público, hasta que descubres en el coaching una alternativa para motivar a los demás. A esto se le llama identificar tu “Para qué” y añadir las nuevas capacidades que necesitas para abordar ese camino.
¿Qué tipos de exploradores existen?
Según qué los alimenta:
- “Atraídos por todo lo nuevo”. Para ellos explorar, aprender es un placer. Son sus propios detonantes de cambio, movidos por las ganas de aprender algo nuevo y de hacer de sus carreras y proyectos legados trascendentes. En positivo, son optimistas y aventureros. Por contra, a veces experimentan una insatisfacción permanente porque el peso del coste de oportunidad les hace creer que nunca es suficiente.
- “No puedo estar peor”. Puede que no tuvieran un deseo frenético por el cambio como los primeros, pero se dan cuenta de que la exploración es una necesidad y una cuestión de supervivencia. En positivo, tienen autoestima suficiente para no creer que han de aguantar por aguantar o que no se merecen nada mejor. Por contra, en su exploración pueden carecer de una visión que les ayude a poner una buena dirección.
Según cómo lo afrontan:
- “Prueba y error”. Se lanzan a probar, aprendiendo con cada experiencia. Tiene de positivo que la exploración es inmersiva, siendo más fácil de detectar si ese camino le gusta o le es adecuado. Por contra, es “caro” en términos de tiempo y consumo de recursos.
- “Análisis y reflexión”. Evalúan cada alternativa previamente antes de lanzarse. Tiene de positivo que se evitan caminos poco adecuados. Por contra, puede conducir a la parálisis por el análisis.
El cambio es continuo, estamos sobre un suelo en movimiento donde existen muchas más alternativas profesionales, formaciones y oportunidades. Antes quien tenía 50 no podía permitirse arriesgar su posición para probar otras cosas, mientras que hoy muchos de mis clientes en esa edad contemplan la posibilidad de cambiar de sector o emprender porque saben que, ¡Tienen mucho tiempo! De acertar y también de equivocarse. La carrera no es un destino, sino un camino. Y todo lo que aprendemos a lo largo del viaje, todo lo que se explora, si está en la buena dirección servirá en algún momento.
Existen muchos caminos, ¿Conoces desde cuál estás partiendo? Descúbrelo en este video sobre los puntos de partida 😉
Cuando la exploración se convierte en parte del camino
Explorar resulta crucial porque nos permite evaluar todas las opciones disponibles. A eso también se le llama “Lifelong Learning”, un proceso de adaptación y aprendizaje continuo. Si estás pensando en provocar el cambio, te recomiendo ayudarte de herramientas como LinkedIn o Glassdoor, plataformas donde investigar las nuevas tendencias o posiciones del mercado. También puedes conectar con otros profesionales y buscar por palabras clave de tu sector o función, o de aquellos donde te interesa posicionarte y ver qué hacen otros, qué tendencias existen, qué requisitos piden. Y no te agobies pensando en lo que no tienes, sino pon en valor LO QUE TE DIFERENCIA Y PUEDES APORTAR DE FORMA ÚNICA.
Soy consciente de que la rigidez del mercado de empleo español no ayuda a esa flexibilidad, porque aunque todos dicen que necesitan que los profesionales evolucionen, no siempre la velocidad de cambio de las organizaciones va a la par. Claramente nos llevan ventaja otros países con estructuras más dinámicas de entrada y salida que están en el norte de Europa. Llevo años advirtiendo que un mercado rígido, proteccionista de los puestos (que no de las personas) resta flexibilidad al talento y competitividad a la economía. Ahora dicen que llegarán millones con los fondos europeos, que se invertirán para transformar modelos económicos, transformar digitalmente compañías y contribuir a una mejor sostenibilidad. Para lograr ese cambio, es fundamental contar con las personas. Incentivar la buena exploración, ayudar a hacer esa evolución en las habilidades. Dar tiempo para recorrer esa curva de aprendizaje.
El mercado hiper-especializa y a la vez pide flexibilidad. ¡Menuda incoherencia! También es verdad que tratar de que todos vayan a todo es de una gran ineficiencia. Existen herramientas para orientar, guiar no sólo a las personas sino también a los equipos de trabajo. Precisamente nosotros ayudamos a las empresas con una herramienta llamada El Mapa de Calor del Talento, de la que te hablo en este video:
Vivimos en un contexto de cambio influenciado por estos siete elementos:
- Transformación de los modelos económicos y productivos
- Alargamiento de la carrera profesional
- Cultura del “Lifelong learning”
- Maduración de los modelos de orientación profesional
- Aumento de la búsqueda de propósito y realización profesional
- Creación de una cultura de exhibición y compartición de procesos de aprendizaje
- Auge de la investigación y conexión interdisciplinar de ciencias muy distintas (que hasta ahora estaban en compartimentos estancados como sociología, economía, psicología, marketing y comunicación)
Ante este panorama complejo y ecléctico, poseer y desarrollar excelentemente la competencia de la exploración es una ventaja competitiva en la gestión de la carrera profesional. La exploración permite salir de los moldes establecidos y busca la adaptación constante al medio. Debemos empezar a cambiar el sesgo que nos hace ver la exploración como algo negativo. Premiar más los perfiles diversos y acentuar el aprendizaje y reciclaje de habilidades. Porque eso es lo que enriquecerá a nuestro mercado y nos convertirá en profesionales únicos y a la larga más valorados 🙌🏻
Todos debemos ser exploradores.
Me ha encantado tu artículo Arancha, me ha hecho pensar en el hoy pero también en «mi mañana» y en cómo debo invertir en mi para seguir el camino que he trazado, con las suficientes herramientas para conseguirlo. Me ha hecho reflexionar que necesito un plan. Muchísimas gracias por tu post!
Me alegro muchísimo Yolanda, gracias por tu comentario!