¿Alguna vez te has sentido inseguro o con poca confianza en tu trabajo? ¿Has dudado de si eras bueno/a en lo tuyo? ¿Has temido equivocarte o ser criticado en el momento de probar algo nuevo? Si quieres aumentar tu confianza profesional, busca herramientas, gestiona expectativas, rodéate de buenos aliados y compárate con tus iguales para dar con tu propuesta de valor.
Imagina por un momento que te regalan un ajedrez. Ahora imagina que en vez de jugador, te conviertes en una de las piezas del tablero. El único problema es que no eres una pieza normal. Te han colocado una venda en los ojos que te impide ver, así que no sabes si eres un peón, un alfil, un caballo o una reina. ¿Crees que podrías jugar sin conocer el valor de tu identidad? Saber hacia dónde avanzar o moverse te resultaría complicado, sobretodo sin antes conocer tu forma o posición inicial. Lo mismo pasa con el talento: necesitas conocerlo y darle confianza para ponerlo en marcha y compartirlo con los demás.
Hay veces en que la inseguridad o falta de confianza profesional surge debido a factores externos a nosotros: un jefe para el que tu trabajo nunca resulta suficiente, un compañero que te critica constantemente para sentirse mejor consigo mismo o una empresa que no te da las herramientas o la confianza que necesitas para crecer. También puede ser que esa inseguridad surja de ti mismo, que no confíes suficiente en tus capacidades o no conozcas el valor de tu talento, y en consecuencia, no sepas apreciarlo ni compartirlo con los demás.
Sea como sea, para vencer este freno de la inseguridad yo estoy convencida de que hay que ANALIZAR. Porque dependerá de la situación de cada profesional. Si has leído mis libros o hecho un plan de talento y marca personal conmigo, no te sorprenderá que te hable del análisis y la reflexión y la acción y reflexión como metodología para identificar los elementos clave de tu talento y marca personal. Al compartir estos aprendizajes en mi último libro Ahora o Nunca, dediqué todo un capítulo a la inseguridad, un freno muy habitual del talento que no siempre la persona percibe que tiene.
La semana pasada estrené en mi perfil de Instagram la sección “Hablemos de…”. Instagram es una red más informal que LinkedIn, y la uso como parrilla de pruebas en mi búsqueda continua de formas de compartir ideas y herramientas con las personas que quieren impulsar el talento. Estas pruebas no siempre salen lo bien que desearía, pero también creo que no es cómo lo haces la primera vez, sino cómo evolucionas y a dónde te lleva. Talento es acción, y hay que predicar con el ejemplo.
En esta ocasión, el tema del directo fue Hablemos de cómo aumentar la confianza del talento. Aquí os dejo con el directo y con un pequeño resumen de las ideas que tratamos:
Dudar es parte del camino para alcanzar la confianza profesional
Todos dudamos alguna vez de nosotros mismos y nuestro talento.
De hecho, dudar se vuelve una aliada de la carrera profesional. Sí, sí, aliada. Porque al dudar, te cuestionas el status quo y hace que vayas más allá de lo obvio. Dudar permite salir de la zona de confort, cuestionar quién somos y dónde queremos ir. Nos hace analizar las oportunidades que se nos presentan, las amenazas, las debilidades y también las cualidades diferenciales que nos permite enfrentarnos a ese reto y saber si es procedente o no. Si el punto de inflexión te llevará a un camino adecuado o equivocado.
Solemos dudar cuando:
- Nunca hemos hecho algo, por miedo a lo desconocido o al riesgo de equivocarnos
- Nos da vergüenza equivocarnos, por miedo a creer que no somos buenos o a ser criticados
¿Cómo ponerle remedio y empezar a confiar en nuestro talento? A continuación, te dejo con tres consejos que pueden ayudarte a aumentar la confianza profesional y la motivación de tu talento:
1) Fórmate, busca o pide herramientas
Si nunca has hecho algo, es normal que la idea de hacerlo te provoque vértigo. Primero fórmate. Aprende a capacitarte, entrénate, ensaya. Busca las herramientas necesarias para desarrollar esa tarea que te atrae o te han encomendado en entornos seguros. Hay un dicho popular que dice “los experimentos con gaseosa, porque no dejan mancha” 😂
Recuerda que nadie ha nacido enseñado, así que es de sabios reconocer que no sabes hacer algo.
2) Aprende a gestionar expectativas
Si te da miedo equivocarte porque temes quedar en ridículo delante de los demás, párate un momento y observa a tu alrededor.
La idea de la perfección en el trabajo lleva persiguiéndonos demasiado tiempo, ¿no va siendo hora ya de tocar de pies al suelo? No tenemos que ser buenos en todo. Si no, no existirían las profesiones o especializaciones. Y el que intenta llegar a todo cae en la mediocridad.
Un apunte: cuanto más mayores nos hacemos, más miedo nos da equivocarnos porque se supone que sabemos más. ¡Pero no de todo! Tenemos que recuperar ese espíritu explorador y aventurero que teníamos de jóvenes.
El miedo a quedar mal es muy malo compañero de viaje porque te impide aprender. Aprender requiere una curva de experiencia que incluye aciertos y errores.
Ubica tus expectativas y la de los otros en el punto de la curva donde estés en ese momento. Al inicio, cuando pruebas, las cosas no siempre te salen lo bien que desearías, pero recuerda que no es cómo lo haces la primera vez, sino cómo evolucionas y a dónde te lleva.
3) Rodéate de buenos aliados
Si la gente te critica, tienes que aprender a distinguir los buenos de los malos aliados.
- Escuchar sólo los cumplidos te puede estrellar.
- Escuchar sólo las críticas te puede paralizar.
Rodéate de buenos aliados, personas que te apoyen a la hora de probar cosas nuevas. Y que si te critican no sea para hundirte, sino para ayudarte a mejorar. Quienes te critiquen siempre, hagas lo que hagas, no merecen tu atención. Céntrate en aquello que vale la pena escuchar.
Estos son mis tres consejos para aumentar la motivación, y con ella la confianza profesional: prueba cosas nuevas, gestiona las expectativas en cada punto de tu curva de aprendizaje y rodéate de aliados que te ayuden.
No lo olvides: La confianza no se gana, se entrena. Así que arriésgate, prueba, equivócate y aprende para que en cada intento tu talento mejore. Ese es el camino de aprendizaje que hace que la vida sea una aventura que merece la pena vivir.
PD: Sigo haciendo pruebas en Instagram 😉
Muy interesante el artículo. Yo siempre tengo miedo a equivocarme, de hoy en adelante tomaré riesgos entrenando mis conocimientos
Me alegro mucho Raúl!