Cuando hablamos de estilos de liderazgo, podemos clasificarlos y definirlos de mil y una formas. Cada uno con su propia marca personal y gestión del talento.
A los que hayáis leído “Qué busca el Headhunter”, seguro que ya os suena la distinción “Jefe Corcho” y “Jefe Piedra”. Aunque más tarde me detendré en este aspecto, os resumo un poco a qué me refería con estos dos conceptos:
- El Jefe cocho, al igual que ese material, no pesa. Es un profesional que flota y hace flotar a su equipo con su forma de liderazgo poco controlador y a base de dar mucha cuerda. Tira a su equipo al agua y, sólo a veces, les pasa un flotador. No quiere que le pidan permiso, sólo que le expliquen resultados.
- Mientras, el Jefe piedra, pesa. Se encarga de crear paredes sólidas y difíciles de mover. Es duro pero también estable, generando una sensación de seguridad. Se sumerge en el agua con su equipo, sujetándolos a su cuerpo con unos cabos que comprueba y repasa cada vez. Espera de su gente que le consulten cada movimiento y sólo les soltará cuerda si les ve preparados.
Muchas personas creen que el ideal es el Jefe de Corcho, pero no es así. Porque aunque hay personas que necesitan ese control, la supervisión es estrecha y la rigidez de la estructura ayuda para no perderse y sentirse seguras.
¿Reflexionamos juntos sobre qué significa Jefe Corcho y Jefe Piedra, la relación entre estilos de liderazgo y por qué uno no es necesariamente mejor que otro?
¿Qué significa jefe corcho y jefe piedra?
En “Qué busca el Headhunter” hablo sobre mi experiencia trabajando como seleccionadora, y desvelo todos los secretos que rodean a la profesión del cazatalentos. ¿El objetivo? Que los profesionales puedan aprovechar todo este conocimiento en su progreso profesional, y también en la captación del mejor talento para sus equipos. Es un libro para seleccionadores y candidatos.
Entre otros muchos temas, en el libro hablo de qué tipo de talento buscan los headhunters. En este aspecto, el perfil de jefe con el que vaya a trabajar el profesional que estamos buscando es fundamental. Esto es lo que caracteriza a estos dos tipos de líderes:
- Un “jefe piedra” es aquél que hace funcionar el equipo supervisando estrechamente su trabajo. Este tipo de jefe no quiere un candidato que le cuestione ni que actúe sin autorización.
- El “jefe corcho” es aquél que lidera a su equipo dándole libertad para se autogestione. Este tipo de jefe no quiere un candidato que le pida permiso a cada paso.
Polos opuestos y completamente diferentes, como en el caso del talento. Es independiente de la valía y la experiencia de las personas el que un profesional “encaje” igual de bien con un jefe u otro. La labor de los seleccionadores es buscar el “match” ideal entre ambas partes.
Estilos de liderazgo y profesionales
En “Qué Busca el Headhunter” insisto mucho en que no todos los profesionales encajan con el mismo estilo de liderazgo:
La definición de “mejor candidato” cambiará según a quién reporte el futuro empleado. La diferencia fundamental en selección es saber si se busca un perfil para un equipo de “un jefe corcho” o de “un jefe piedra”
La labor de un seleccionador no es tanto encontrar al profesional con mayor conocimiento, habilidad, experiencia y/o cualificación. Reside en dar con la persona ideal para ese puesto de trabajo de forma holística, subjetiva y objetiva. Es encontrar una persona que resolverá un reto en un equipo concreto y una organización determinada. Para ello, han de tenerse en cuenta muchísimos aspectos, y entre ellos, la conexión con su futuro jefe y su estilo de liderazgo es esencial.
No hay un «mejor», hay un «mejor para ti»
Aunque cuando hablamos de estilos de liderazgo se pueda pensar que uno es mejor que otro, la verdad es que no. Dependerá del entorno de competencia, de la organización, de la necesidad del equipo.
Es muy conocida la historia de cuando Kodak metió en un cajón la tecnología que le haría hundirse porque nadie le llevó la contraria a su líder máximo. Era un jefe piedra que se creía en la posesión de la verdad y nadie le retó.
Otro ejemplo fue el debacle del Segway, que iba a revolucionar el transporte personal y que fue bendecido nada menos que por el mismísimo Steve Jobs. Faltó un punto de control, autocrítica y doble revisión.
La cultura de innovación de Amazon, por ejemplo, se sostiene sobre un proceso meticuloso de memorandum – que a veces es altamente farragoso-, con el objetivo de tomar en consideración todas las ideas para que ninguna se pierda, pero a la vez obliga que sean analizadas con profundidad por un grupo heterogéneo de empleados.
Hay profesionales que necesitan supervisión constante y que sienten ansiedad ante superiores que les dan retos sin especificar concretamente qué necesitan o que no les aseguran paso a paso que están en la dirección correcta. También hay quienes no trabajan bien bajo las órdenes de alguien que les controla en todo momento o que no les dejan tomar decisiones y explorar.
Equivocarse situando uno de estos perfiles bajo un liderazgo que no potencia sus mayores cualidades puede ser letal para el rendimiento, la motivación y el buen clima laboral.
El valor añadido de un seleccionador profesional es que, como experto en personas y equipos, identificar el tipo de liderazgo de quién solicita el recurso y con mucha delicadeza explicarle el candidato y las cualidades más idóneas para su tipo de liderazgo.
Y tú, ¿sabes cuál es tu perfil profesional? ¿Sabes qué es lo más indicado para ti: un Jefe Piedra o Corcho? ¿Conoces tus verdaderos puntos fuertes y en qué entornos encaja mejor tu talento? Si tienes dudas, infórmate de nuestros Planes de Gestión de Carrera y Marca Personal.
Es interesante el artículo. Efectivamente, hay muchos jefes piedra o jefes corcho. Mi opinión es que se ha de tender a una situación intermedia. Es decir, formar equipos, delegar autoridad, generar confianza; pero, a la vez, el líder no se puede desligar completamente del proyecto. Es un equipo y hay que revisar si el camino es el correcto y corresponde con el proyectado. Precisamente porque es mucha la gente involucrada, la responsabilidad y el compromiso, atañe a tod@s.
¡Ay Rufino! qué importante es el equilibrio y la ponderación, qué sabias tus palabras.