Me encantan las historias de personas, de profesionales con nombre y apellido que consiguen lo que se proponen. Creo, además, en la fuerza que da conocerlas y compartirlas. Todos podemos aprender del éxito -y también del fracaso- de los demás. Estas historias nos inspiran a seguir creciendo, a intentarlo, a apostar por nuestro talento.
Por eso, me gusta compartir algunas de las historias de personas que conozco gracias a mi trabajo como consultora de marca personal. En concreto, en este post me gustaría hablar de la de Juan y Rocío; de su aventura en pareja desde Sevilla hasta L.A.
Juan y Rocío tenían un trabajo ideal en Sevilla: un buen ambiente, cerca de su casa, un buen sueldo… Un día decidieron dar un giro radical. En paralelo decidieron hacer un proceso de reflexión de qué tenían, qué querían y qué podían. Y decidieron arriesgarse. Dejaron esos puestos idílicos para aceptar retos que le acabarían llevando a la otra punta del mundo, en L.A. (Los Ángeles,USA).
Les pregunté si harían lo mismo de nuevo. La respuesta fue si. Apostarían por vivir toda la aventura una y otra vez.
¿Cuál fue su punto de partida?
[Juan] En la Junta de Andalucía cumplí el sueño de mis padres. Era el trabajo ideal que siempre habían soñado para su hijo (creo que es con el que sueñan todos los padres): casi funcionario, a 5 minutos andando desde mi casa, seguridad laboral, sueldo decente, alineado con mis inquietudes, buen ambiente… Con 40 años ya de madurez encima y con dos pequeños gemelos recién nacidos. ¿Qué más podían esperar? ¡Menudo disgusto les di a mis padres al marcharme a Madrid!
Fueron 4 años intensos de aprendizaje y trabajo. Mi trabajo consistía en ser el responsable de Diseño de los Portales institucionales, evaluando las necesidades de los distintos servicios y creando las mejores experiencias digitales.
[Rocío] Desde que terminé el Máster de Marketing Turístico en Glion (Suiza), estuve vinculada al Turismo. Primero como minorista, siguiendo como mayorista y, finalmente, creando mi propia Agencia de Neuromarketing; promocionando productos y experiencias sensoriales.
¿Cuáles eran vuestros sueños y vuestros miedos?
[Juan] Retos, necesitaba retos que me sacaran de mi zona de confort y me pusieran a prueba. Pero, sobre todo, no quería conformarme con lo preestablecido. Tanto en el terreno personal como profesional.
[Rocío] Viajar y evolucionar como profesional siempre ha sido uno de mis objetivos. Desde siempre me ha seducido la posibilidad de conocer de primera mano otros modelos empresariales, diferentes formas de ver y escalar mercados.
[Juan] ¿Miedos? Ninguno, solo curiosidad por saber cuándo iba a aparecer la “gran” oportunidad.
[Rocío] No sentí ningún miedo, sólo la inquietud de poder seguir creciendo en cada paso profesional.
¿Cómo fue el cambio de Sevilla a Madrid?
[Juan] Para ser sinceros, fui a buscarlos yo :)
Trabajando en un proyecto para la Junta de Andalucía, empezamos a evaluar la posibilidad de utilizar un determinado software. Al poco tiempo vi una oferta muy interesante de esa misma Compañía y, sin pensarlo mucho, apliqué.
Fue un proceso largo, y complicado. Estaba al tanto de que había grandes profesionales que habían aplicado. Profesionales reconocidos y con trayectoria. Quizás, lo más complicado del proceso fue la presión que tuve al sentir de todo corazón, que esa era mi oportunidad.
¿Se me paso por la cabeza el que me descartaran? Sí, ¿me vine abajo por las trabas del inglés? Sí, muchas veces. Y ahí es donde aparece Rocío, apoyándome a cada momento, animándome incluso a sabiendas de que era difícil, muy difícil. Sabiendo que si me seleccionaban significaba movernos a Madrid, salir de nuestra zona de confort, de la ayuda de la familia, de la seguridad y estabilidad de la Junta; en pos de cumplir nuestros sueños y crecer como familia. Y lo logramos.
No se me da muy bien hablar de mis cualidades y nunca he preguntado qué fue lo que les hizo escogerme a mí entre tanto experto. Pero creo que la empatía, la flexibilidad, el positivismo, la energía y la ambición por mejorar y encarar un gran desafío es lo que determinaron mi elección. No entro a juzgar los conocimientos técnicos, pues estos se daban por defecto.
¿Cuál fue el «click» que os hizo decidiros?
[Juan] Hubo 2 tipping points: Arancha Ruiz y nuestros peques
- Arancha, que nos trasladó la necesidad de articular nuestros objetivos, definir nuestras metas a corto plazo y, sobre todo, a preparar y visualizar el camino y el proceso para alcanzarlo.
- Para nosotros la familia es lo principal y casi todos nuestros retos profesionales tienen como objetivo inculcar una serie de valores a nuestros hijos para que tengan una visión más global, más abierta, y sin las ataduras convencionales. Valores y experiencias que les permitan afrontar la vida sin las cortapisas del color de la piel, el lenguaje o las fronteras.
Cuando acabábamos de mudarnos a Madrid, económicamente fue un desastre, pasamos de trabajar a 5 minutos de casa a vivir en un piso en Arganda, a una hora más o menos con tráfico intenso o a una hora y 45 minutos utilizando el metro (por trayecto). El sueldo era muy justo para los 4 pero, como casi todo en esta vida, se trata de apostar y arriesgar. No podíamos quejarnos de nuestra situación.
¿Cuándo llegó la oportunidad de ir a Los Ángeles?
[Juan] Al ser el primer diseñador UX en Liferay, tuve como principal misión convencer a la compañía de lo que el diseño podía ofrecer como herramienta de negocio.
No puedo decir que fuera fácil. Pero no había ni un solo fin de semana que no estuviera deseando que fuese lunes para empezar de nuevo. Era un desafío colosal y muy complicado; pero tremendamente enriquecedor
Al poco tiempo de llegar a Madrid, empecé a crear y a escalar las estrategias globales de diseño de nuestros productos. Empecé creando el primer equipo de diseño, dotándolo de procesos y creando y promoviendo una excitante y nueva cultura de diseño.
En los siguientes 4 años, he conseguido alcanzar muchos de mis sueños:
- Liderar globalmente la estrategia de diseño de una Compañía de 1000 trabajadores. Con más de 25 oficinas repartidas por todo el mundo.
- Dar charlas y workshops en diferentes congresos y eventos repartidos por Europa y USA, en ingles ;)
- Y, sobre todo, he pasado de ser el único Diseñador de Producto / UX, a crear y liderar una estructura de 35 diseñadores en 5 países.
En 2016, Liferay comenzó a sopesar la posibilidad de moverme al HQ en Los Ángeles para intentar construir un equipo.
Previamente lo habíamos intentado, pero la cercanía de SF y a otras grandes ciudades, con su incomparable poder de atracción para el talento, había cercenado toda posibilidad anterior.
Y aquí me ves a mi, con un nivel de inglés, bajo (mejor que antes, pero bajo), visitando escuelas en Santa Mónica, San Diego, etc… Asistiendo a eventos en Chicago, Boston, etc Intentando crear sinergias con otras empresas, reclutando talento para nuestro nuevo equipo. En definitiva, agitando la comunidad. Y lo logramos. Ya somos 10 diseñadores en LA, y seguimos evolucionando y creciendo.
¿Cómo valoráis el cambio?
[Juan] [Rocío] Duro, tanto culturalmente como personalmente. Pero no hay ni un solo instante en que no nos alegremos y nos sintamos orgullosos de nuestro esfuerzo y de todo lo que estamos consiguiendo, como familia y como profesionales. ¿Lo volveríamos a hacer? Por supuesto, sin ninguna duda.
[Juan] Como anécdota, me gustaría contarte que, si el marcharme de la Junta fue un tremendo varapalo para mis padres (bendito varapalo), nuestra despedida en Barajas de la familia y los amigos ha sido de lo más difícil que he tenido que hacer. Mis hijos (con 7 años entonces) no paraban de preguntarme entre lágrimas: “pero papi si tienes un trabajo en Madrid, cerca de la familia y de los amigos, por que tenemos que ir a LA…”.
Para nosotros el miedo es sinónimo de conformismo. Preferimos equivocarnos a arrepentirnos de no haberlo intentado.