Jóvenes y empleo: ¿Los nuevos Juegos del hambre?

En la novela (y película) «los Juegos del Hambre» unos jóvenes se ven obligados a luchar hasta la muerte en unos juegos diseñados por dirigentes de pelo cano como forma de entretenimiento (y amansamiento) de la gran población. Aun siendo pura ficción esta historia comparte ciertos paralelismos con la realidad de hoy. 

En el mundo hay 1,8 billones de jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y 30 años. Representan 1/4 de la población del planeta. Y aunque cualquier generalidad a escala mundial sería imprecisa podemos decir que esta generación son hijos de 1) la era móvil 2) la globalización y homogeneización cultural  y 3) la crisis económica mundial.

A los jóvenes se les considera unos afortunados: nutridos, educados, longevos, con derechos reconocidos para colectivos de mujeres y homosexuales e incluso como se ha demostrado, con más intelecto que sus predecesores. Las empresas están obsesionadas por comprenderlos, analizarlos y contagiarse de su vitalidad y por supuesto atraerlos como empleados y clientes. 

Pero los datos demuestran que los jóvenes no son tan afortunados pues los que tanto los miman también los mantienen a un lado. 

Los precios de la vivienda frenan su emancipación, así como la imposibilidad de lograr un trabajo estable. Las leyes que se promulgan favorecen a los de dentro y «ningunean» a los que quieren entrar, siendo consecuencia directa de ello el alto porcentaje de paro juvenil: un 25 % en países desarrollados y en España el 48%.  

Los mayores dicen que querrían que los jóvenes tuvieran más oportunidades, pero otra cosa es darles paso cuando está en juego la pérdida de sus privilegios. 

Pero al igual que en los Juegos del Hambre, los jóvenes no están solos y tienen aliados. Hay muchos que están haciendo un esfuerzo por tenderles la mano. Es el caso de la «Fundación Princesa de Girona» y su programa «Apadrinando el Talento».

Esta iniciativa conecta jóvenes que son la primera generación de sus hogares con estudios superiores a otros profesionales en activo que hacen de mentores. Personas que les ayudan con su apoyo, visión, red y también consejo sincero. Cuento en el libro «Qué busca el Headhunter» que el 70% de las ofertas se mueven entre contactos. A muchas organizaciones les da pereza abrir un proceso formal y recurren al consabido «Oye, no conocerás a alguien porque estoy buscando un…». Los mentores del programa «Apadrinando el Talento» saben cosas, mueven oportunidades y sobre todo, aportan a sus apadrinados una visión del mundo profesional que no aparece en los libros y que sólo puedes saber si ya estás dentro. Como muestra del extraordinario trabajo que están haciendo estos mentores del programa «Apadrinando el Talento» os invito a leer el post de Joan Clotet «De mentores y dementores» .

Dentro de los eventos organizados con motivo de la entrega de premios de la «Fundación Princesa de Girona» tuve el honor de moderar una mesa redonda para exponer nuevas formas y vías para ayudar a nuestros jóvenes a entrar en el mercado de empleo.

El resto de miembros de la mesa fueron: Miguel Vicente (@miguelvicente_) Cofounder de LetsBonus, Wallapop y CornerJob entre otras. Presidente (y fan) del clúster Barcelona Tech City, formado por más de 250 empresas digitales establecidas en Barcelona. Joan Clotet (@joanclotet) innovation talent manager de RR. HH. en Ferrovial, pero sobre todo, un Humanista Digital. Jelena Trajkovic Karamata directora del Global Digital Hub de Nestlé, un centro creado en Barcelona desde el que se desarrollará toda la estrategia de marketing y comercio electrónico global de la multinacional y que en tan sólo 5 meses ha incorporado ya a más de 50 jóvenes (y creciendo). Y por último, Alex López (@retailmeeting), uno de los Top 20 Influencers Social Selling y Director en Sartia, empresa especializada en formación y asesoramiento para el sector retail. Experto Trainer de Linkedin es el formador de los departamento de Recursos Humanos de las principales empresas españolas.

Los miembros de la mesa @joanclotet @retailmeeting @miguelvicente_ Jelena Karamata y @alterarancha con SSMM.

Estas fueron las principales recomendaciones que desde la mesa redonda se dieron a los jóvenes:

1. La búsqueda ha de plantearse desde lo que se necesita: No desde la oferta, (la persona), sino desde la demanda. Se ha de buscar información porque cada día es más público lo que se busca: se ha de seguir a las empresas en internet, poner alertas. Muchas empresas están fichando y todas están recurriendo a internet para publicarlo.
2. Abajo la modestia tóxica. Hay que demostrar hitos, que se cuenta con flexibilidad, creatividad y orientación a la acción: Las explicaciones planas de estudios y la inacción no puede dictar la creación de un curriculum o de la huella digital. La redacción del CV debe mostrar que han hecho cosas (ejecución de proyectos), que se sabe trabajar en equipo, se es flexible o creativos. Es fundamental personalizar y explicar tu diferencia. Pedir a un amigo o a un colega que revise la información y confirme que acentúa las características distintivas, que cuenta su historia.
3. Es lícito pedir remuneración: Un trabajo sin remuneración económica se puede plantear durante un corto periodo de tiempo si es un justo intercambio entre aprendizaje y esfuerzo. Pero tras un plazo debe existir una renegociación. Existen estudios de remuneración salarial (en sitios como Glassdoor.com; Infojobs, Manpower) y donde se explican dónde están las medias del mercado. No se ha de tener miedo a poner en valor el trabajo, (si no lo hacéis vosotros nadie lo hará).
4. Generar y trabajar los contactos. Entre iguales, laterales, por arriba y por abajo. La red es fundamental para encontrar y construir oportunidades. Relaciones en el entorno presencial y también digital.
5. No tengáis miedo. Algunos jóvenes expresaron su miedo: miedo a perder lo poco que pueden lograr, miedo a adquirir herramientas inútiles o no superar las primeras pruebas. Las experiencias (aunque fracasadas) son experiencias. Perseverar… aunque a veces haya que «pivotar»: ver la situación desde otro ángulo para recobrar fuerzas y volver a intentarlo.

El día anterior el joven director de cine J.A. Bayona contó cómo había sido su cambio hasta el éxito (junto a la productora Belén Atienza).

Contó que sabía lo que quería. Fue a la escuela. Se esforzó y perseveró y no dejó de creer que lo conseguiría. No dejó de trabajar ni un día. Hizo colegas y aliados. Se apoyó en ellos. Algunos eran completos desconocidos y con el tiempo se convirtieron en amigos.

J.A. Bayona cuenta con las tres características que para mí son básicas para alcanzar el éxito: la capacidad combinada de aprender, perseverar y crear red para llegar donde otros no pudieron.

Los jóvenes de hoy están sobradamente preparados, siempre aprendiendo y perseverando.

El mensaje de la mesa y del programa Apadrinando el Talento es que no están solos, porque hay gente que quiere ayudarles desde dentro.

Ayudemos a los jóvenes de verdad, contratemos talento. Démosle la oportunidad de demostrar lo muy preparados que están. Cedamos terreno.

Tendámosle la mano, abramos la red y dejemos que pasen dentro.

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La idea del título de la mesa me surgió a raíz del artículo The Economist «Young, gift and held back» y todo el reportaje especial que publicaron sobre el tema en el número del 23 de enero 2016 que recomiendo.