Las personas perdonamos antes el error que la incoherencia.
Michael Faraday ya lo pensaba cuando afirmó: “A veces ser coherente es más aplaudido que tener razón”. ¿Pero qué es coherencia? Hacer lo que los demás esperan de nosotros no es coherencia, es apariencia.
Por ejemplo Ferrán Adriá decidió cerrar el Bulli por ser coherente consigo mismo.
“Si mi diferenciación es la innovación, no podré seguir cumpliendo mi promesa de valor desde el restaurante. Tengo que buscar nuevas vías”. Y lo cerró. Fue valiente. Y coherente.
Muchos no supieron ver esa coherencia y lo tacharon de inconsciencia. Buscaron explicaciones razonables en historias inventadas y rumoreadas. El increíble poder de la “disonancia cognitiva” que busca una explicación razonable creada en la imaginación de las personas que no quieren asumir que pueden haber realizado un juicio equivocado.
¿Debe ser la coherencia una cuestión de apariencia?
La coherencia basada en la apariencia social puede ser una trampa que se teje alrededor de la imagen y la carrera de los profesionales, atrapándoles sin salida.
El hombre debe decidir su mejor paso profesional y la marca personal debe servir para demostrar a los demás que sí que hay coherencia: porque existe una conexión real con
- La inspiración y el objetivo vital de ese profesional,
- Con la evolución de su talento para encajar y adaptarse a las nuevas demandas del mercado,
- Con la creatividad para reinventarse y la aparición –temprana o tardía- de la verdadera vocación.
Los hombres evolucionan. Su marca personal debe ayudarles a ello para que la reputación nunca les lastre.
El aprendizaje nace de la prueba y el error, de reconocer que se estaba equivocado -de desviarse del camino anterior, lo que para algunos significa incoherencia. Innovar es errar muchas veces hasta acertar.
- Cambia de rumbo si toca, continúa en la misma línea si avanzas.
- Cambia si los primeros pasos de tu carrera te han llevado a una actividad en la que realmente no das el máximo de tí -si te sientes desaprovechado y desmotivado.
- Continúa si tu experiencia y sabiduría se acrecienta, a la vez que tu ilusión por lo que haces.
Medita, analiza y decide buscando progresar en tu conocimiento y experiencia. Integra errores y aciertos en la búsqueda de tu misión personal. Existe realmente la coherencia: la de tu YO.
Cito también a Faraday: “Nothing is so good as an experiment which, whilst it sets an error right, gives us (as a reward for our humility in being reproved) an absolute advancement in knowledge.”
Bravo, Arancha, Bravo. Me encanta el enfoque de esta concisa e impactante entrada de tu blog. La coherencia. Mmmm. Qué bien suena. Tengo que escribirlo de nuevo: la coherencia.
Entre toda la confusión y emoción fragmentada que sienten muchas personas en este momento histórico de nuestro país, tus palabras pueden y deben servir para ayudar a parar, respirar y reflexionar. Y luego, a actuar…:
«Medita, analiza y decide buscando progresar en tu conocimiento y experiencia. Integra errores y aciertos en la búsqueda de tu misión personal. Existe realmente la coherencia: la de tu YO.»
Bravo y gracias.
No puedo estar mas de acuerdo con este artículo. De hecho, es curioso recibir esta reflexión estos días donde efectivamente tras conversar con un amigo, llegamos a las mismas conclusiones que se exponen aquí, donde es importante que el individuo reflexione sobre su necesidad (o no) de adaptarse al grupo. Como en la película de X MEN, ser «diferente» no implica ser raro, sino que debes buscar la Academia de los X – MEN (o crearla). La masa no es lo bueno, ni lo malo: es masa. Cuando el individuo toma conciencia de que la colectividad donde está no es afín a su forma de entender la vida, debe salir de ese grupo. No criticarlo, simplemente buscar las vías de salir. Porque simplemente la masa se compone de mini-masas unidas, que son felices de serlo (y tienen derecho) porque les une afinidades que les hacen «fuertes» como grupo. Mete a una hormiga roja en un hormiguero de hormigas negras….¿a ver que pasa?….y todas son hormigas. No pensemos que por ser hormiga roja es hormiga rara. Debe buscar a las hormigas rojas. Mimetizarse con la masa solo es bueno si se usa como estrategia temporal. Ser coherente, hormiga roja, es ser valiente, los valientes, con los valientes, y los mansos, con los mansos….así es este curioso mundo. Pero ante todo, vayamos de cara.
Y además de la coherencia añadiría la integridad.
No puedo estar mas de acuerdo contigo. Para mí la coherencia como valor personal y profesional ha estado siempre por encima de cualquier otro valor.Para perseguirla solo es necesario ser fiel a uno mismo y a sus ideas, y eso tambien se aprecia desde el exterior. Creo que es una característica muy vinculada a la integridad, al liderazgo,…
Me ha gustado el artículo y estoy totalmente de acuerdo, el estar en un grupo de personas que piensen totalmente diferente a ti, no tiene que ser por fuerza que tú estés equivocado ya que nadie es profeta en su tierra y ésto se puede aplicar al círculo más cercano , familia y amigos que a veces intentan disuadirte de tus ideas y deseos para que encuentres algo más seguro y yo creo que la coherencia aquí sería encontrar al grupo de iguales que ya lo han conseguido y dejarse guiar siguiendo su ejemplo sin cejar en tu empeño de conseguir lo que ansías y siempre siendo flexible y sabiendo doblarse cómo el junco y siguiendo siempre en pie,aceptando lo que hay sin perder de vista el objetivo.
Gracias Lurdes, Ignacio, Jose Luis, Luis y Jennifer por participar y aportar mucho valor con vuestros comentarios.
Ayer estuve en una cena en la que se hablaba de las creencias que se crean en el subconsciente y que limitan al consciente. El ejemplo que pusieron era algo así como: «Si te dicen desde pequeño que eres tímido, quizá te han vuelto tímido a fuerza de tanto decirlo (la famosa profecía autocumplida). Pues ahora tienes que creer que NO ERES TÍMIDO, sino que es una limitación nacida en el subconsciente y que no te deja progresar».
A veces pienso que nos estamos pasando con tanto psicoanálisis constante de qué soy y qué se supone que tengo que ser. Al fin y al cabo eres lo que tú y tú circunstancias han hecho de tí y hay que pactar con uno mismo que el resultado está bien porque es fruto de un proceso vital. Por supuesto que hay que mejorar, hay que evolucionar, pero desde la idea propia del «yo vivido», no desde la idea social del «tú». Yo no soy psicóloga ni pretendo serlo, soy una persona normal a la que le gustan las personas, incluidas las tímidas. Porque empezar asegurando que la timidez es una limitación me parece una limitación en sí mismo. Yo prefiero creer que la timidez para esa persona es una fortaleza, porque le hace sentirse cómodo y desde esa posición poder trascender a su manera. Me quedo como siempre con el maravilloso esquema del «FLOW» del doctor Mihály Csíkszentmihályi: cada persona debe encontrar su canal del flujo en equilibrio entre sus retos y sus capacidades. Aquí os dejo un artículo que escribí hace tiempo refiriéndome al Flow y su equilibrio con lo que se considera felicidad profesional.
Feliz viernes
https://www.historiasdecracks.com/2011/09/como-crear-quimica-entre-empresa-y-profesional-%C2%BFes-posible-el-flechazo/