Gracias a Victor Puig ayer estuve con los periodistas Genis Cormand (@geniscormandTV3) y Miquel Piris de TV3 hablando de lo importante que es cuidar la reputación en redes sociales, sobre todo de cara a futuros procesos de selección. Lo que se dice hoy de forma casual queda registrado y puede condicionar el acceso a un futuro trabajo que todavía ni aparece en el radar.
La conclusión de mis opiniones para el reportaje que están preparando para las Noticies de TV3 es que en esta era tecnológica, global e interconectada es más importante estar que no estar, pero que hay que saber estar.
Me gustaría compartir con vosotros algunos ejemplos fuera de cámara comentados con Genis y Miquel que nos recuerdan dos cosas fundamentales de la marca personal y la reputación online:
- La infoxicación derivada de la ingente cantidad de información en internet obliga a las personas que evalúan candidatos a usar la intuición para obtener conclusiones de los datos que recaban. Cualquier pequeño detalle puede influir decisivamente en su criterio.
- Las redes sociales online no son gratuitas. El precio que pagan las personas por su uso es la cesión de sus datos y el estar a la merced de las decisiones que toman estas compañías sobre su producto. Dos cosas hay que hacer al respecto: la primera ser cauteloso con los datos y la información sensible que se publica o se completa en los perfiles, y la segunda saber que lo que es bueno para el negocio no tiene por qué ser bueno para el usuario.
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1. Cómo puede influir lo dicho en redes sociales de cara a un futuro empleo
Esto enlaza muy bien con la noticia publicada en Forbes de los cinco peores errores que comenten los jóvenes en los procesos de selección, según una encuesta de Adecco. Estos son:
1. Vestir inadecuadamente para la entrevista
2. Postear algo inadecuado en redes sociales
3. No buscar información sobre la empresa y el proceso
4. No parecer interesado en el puesto ni hacer preguntas interesantes
5. Parecer demasiado confiado y poco humilde.
Cuando pensamos en postear algo inadecuado, siempre lo asociamos a fotos en fiestas o decir palabrotas. Pero también puede ser escribir con faltas de ortografía, o lo que es peor, dejar para la posteridad mensajes como éste que leí el otro día en Twitter:
Puede que a un futuro seleccionador un comentario así lo eche completamente para atrás y decida descartar a ese candidato eligiendo a otro que sea menos generoso con sus efluvios.
O puede que, como hay para todos los gustos, a un seleccionador le haga gracia y le contrate exactamente porque haya conectado con su particular sentido del humor.
La cuestión es saber qué tipo de seleccionador existirá en el proceso de selección de una oferta que puede llegar hoy, en unos meses o incluso años. Un proceso en el que ese twitt probamente ya olvidado por su emisor ejercerá una influencia definitiva.
Mi recomendación es ser prudente con determinadas opiniones o comentarios en redes sociales abiertas -foros públicos como Twitter, Linkedin, etc-, pues pueden pasar factura en el futuro. Para comentarios jocosos y personales, nada mejor que recurrir a su mejor foro, las redes sociales cerradas o foros privados – Facebook siempre con perfil cerrado-.
Y por supuesto, no digas lo que no quieres que se sepa.
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2. El segundo caso está referido a cómo el usuario piensa que crea su posición en la red y la plataforma trastoca sus planes.
Insistimos mucho sobre la necesidad de crear una identidad on line correcta para que las oportunidades encuentren al profesional, pero esto no quiere decir que con completar el perfil un día -como el que hace un CV un domingo- ya está todo el trabajo hecho y que sólo hay que actualizarlo cuando se cambia de trabajo o se añade algún hito relevante.
Eso funciona con el estático papel pero no con las dinámicas redes sociales. Pues las redes sociales on line y sus plataformas evolucionan. Y esa ventana abierta puede quedar oculta por una decisión estratégica de la compañía dueña de la red, sin que el usuario sea consciente.
Para mostrarlo os cuento el ejemplo de Marcos de Quinto, presidente de Coca-Cola España y activo twittero @marcosdequinto
Buscar a Marcos de Quinto es encontrarlo…siempre y cuando la ventana de entrada sea un buscador (como Google) o Twitter, directamente.
Pero, ¿y si la búsqueda se realiza vía red social directamente?-una tendencia en alza, por cierto. Si buscamos el perfil de Marcos de Quinto en Facebook o en Linkedin obtendremos un resultado poco significativo que podría dar la sensación de una persona de poca relevancia en la red. Nada más lejos de la realidad para un activo twittero que cuenta con más de 16.000 seguidores.
En Linkedin por ejemplo obtenemos este resultado:
Marcos de Quinto explica que no suele entrar con frecuencia en Linkedin, ¡pero no especifica que su red es Twitter! Al no dejar un trazo claro de dónde conocerle mejor el usuario no encontrará la red en la que puede verle en toda su extensión.
Decir que Marcos de Quinto no había dejado un trazo hacia Twitter, su red de referencia, es incorrecto. Lo que sucede es que Linkedin en su estrategia por ganar relevancia frente a Twitter ha ocultado ese nexo.
Quizá para su estrategia corporativa es mejor, pero no así para el usuario, que sin saberlo pierde la ventana que dejó para seguir cultivando su red. Lo podemos ver con claridad con este pantallazo de cómo se mostraba la información en Linkedin hace unos meses y ahora.
Antes
Ahora
Si el que consulte el perfil del presidente de Coca-Cola en Linkedin no despliega la información de contacto -un gesto poco común cuando se ojea perfiles- nunca identificará la posibilidad de que de Quintos tenga un perfil de Twitter, nunca clickará en el enlace y con ello puede que pierda la oportunidad de ampliar una información relevante sobre él.
Sobre Marcos de Quinto o sobre cualquiera.
La red de cada persona es la suma agregada de contactos de las diversas plataformas en las que se mueve el usuario. Existen distintos puntos de conexión y el networker excelente dirigirá sus contactos desde estas diversas y múltiples plataformas en las que conectan con él hasta la red en la que sea más activo y les pueda aportar más valor.
Esa es la teoría y muchos la aplican en la práctica.
Pero hay que estar muy pendiente, porque a veces las plataformas cambian las reglas a mitad de la partida.
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Dos ideas a modo de conclusión:
1. Las redes sociales on line son positivas ya que ayudan a conocer mejor a las personas y a prever su mejor o peor encaje en los procesos de selección, lo que aumenta la eficacia y la eficiencia de los mismos y ayuda a minimizar errores que no benefician ni a empresa ni a candidato.
2. Las redes sociales cobran un precio por el servicio que prestan al usuario. Hay que no perder de vista sus movimientos y adecuar la estrategia de comunicación personal a los recursos que en cada momento tienen a bien proporcionar, siendo muy cuidadosos con los costes ocultos -y no tan ocultos- que acarrean.
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Se supone que mañana o pasado aparece el reportaje en informativos de TV3, ¡a ver cómo he quedado! Gracias a Genis y Miquel por su tiempo y por su charla.
;-)
Hola Arancha!!
Muy interesante y cierto que debemos cuidar nuestra identidad personal como si fuera nuestro propio cuerpo. Debemos ser correctos y cautelosos.
No me quiero perder el reportaje, Cuando lo emitirán?
Saludos.
Sale en el noticiario de TV3 creo que mañana o pasado. También sale Victor Puig, gran experto de reputación on line. Supongo que será cortito.
Gracias Arancha por tu entrada. Me haces pensar en el inmovilismo (cv que refleja una foto estática de nuestra trayectoria profesional) frente al dinamismo (medios sociales en los que podemos transmitir nuestras competencias en tiempo real, demostrando AHORA lo que sabemos, y generando engagement con el reclutador).
En cualquier caso, tu entrada me confirma la dificultad tanto en candidato como en recruiter, para sintetizar la marca de una persona, precisamente por la gran variedad de medios (redes, blogs, agregadores, …) y la frecuencia de cambios en ellos, tal y como comentas.