Todas las personas son únicas. Individuos con unas características heredadas y también, adquiridas. Dictadas por genes y por el aprendizaje que se prende al ser humano con el devenir de la vida.
Quién diga que una persona no tiene talento se equivoca estrepitosamente. Todo el mundo sabe hacer algo único de una manera especial.
El problema es que pensamos que ese algo único tiene que estar alineado a los valores actuales o pensamos que el criterio propio, el ciegamente considerado más válido, es el único que sirve para evaluar el talento.
Nada más lejos de la realidad. Probado ha quedado en la historia de la Humanidad que las personas que piensan distinto, que se diferencian y luchan por sus creencias más allá de los cánones establecidos son las que han hecho evolucionar la sociedad.
En las empresas esas personas también existen. Algunas producen cambios sonoros y otras aportan valor en silencio, pero todas contribuyen a alcanzar los objetivos. Porque todas tienen talento.
¿Cómo detectar ese talento y darle alas para crecer?
Escuchando con la mente abierta y el corazón limpio. Sin prejuicios y dispuesto a valorar personas distintas a nosotros.
¿Cómo saber que ese talento es el que necesita nuestra compañía?
Buscando si existe un nexo entre su motivación personal y la misión de la empresa. Al identificarse con el objetivo último y prioritario sentirá ilusión por aplicar su conocimiento , disfrutará y crecerá. Innovará si es necesario porque las únicas barreras que percibirá serán las que le separen de lograr su objetivo.
¿Cómo retener el talento en las empresas?
Trabajando duro para alcanzar la misión, siendo honesto con ella. Si el profesional siente que la misión es fachada, que realmente la empresa no cree en ella, perderá su motivación y por lo tanto buscará otro lugar donde poder ilusionarse con su trabajo. Y por supuesto dejándole crecer, dándole alas para crear.
¿Debe temer la empresa la visibilidad del talento?
La razón fundamental que tienen las empresas para temer la visibilidad de sus profesionales es que la competencia los capte. ¿Todavía no saben que si alguien se quiere ir, lo hará de todas formas? ¿Qué si alguien está satisfecho en su trabajo no se moverá?. Intentar ocultar a los profesionales para no perderlos es como intentar quemar todos los husos para que la princesa no se pinche el dedo.
La visibilidad del talento proporciona valor al profesional y a la empresa en la que se integra. ¿Messi o Ronaldo no aportan valor a sus equipos? ¿No acuden más aficionados al campo a verlos? Las estrellas que brillan con luz propia atraen personas que buscan alumbrarse y disfrutar de su destello.
Todas las personas tienen un talento al igual que todas las estrellas brillan. Incluso de día, aunque no las veamos, siguen desprendiendo una extraordinaria luz. Como muchas de las personas a nuestro alrededor.
Tras leer tu artículo he recordado algo que escuché en una conferencia sobre el reclutamiento de personal:
«If you pay peanuts you’ll have monkeys»
«Si pagas con cacahuetes tendrás monos»
Me da mucha tristeza ver empresas que a los candidatos piden «el oro y el moro» en una oferta de empleo ( 3 ó 4 idiomas a la perfección, amplia experiencia nacional e internacional, licenciatura, Master en prestigiosa escuela de negocios etc …) pero luego pagan con cacahuetes … pues tendrán monos o personas con mucho talento que a medio o largo plazo se convertirán en monos …
Hola Diego, estoy muy de acuerdo contigo. Últimamente escucho unas cosas con los salarios que son para alucinar. Podremos estar en crisis, pero el talento -las personas- no están de saldo.
Esto es fruto de una situación heredada en la que existe una gran descompensación salarial que es difícil de equilibrar. Hay muchos intereses implicados- y que afectan normalmente a los que tienen poder sobre el presupuesto. Como los que ya están cobran mucho, no hay dinero para los nuevos, así que se les paga poco. Habría que hacer un reparto de sueldo en función del valor que se genera a la compañía, con consecuencias como bajar el sueldo a los que están sobrepagados y ofrecer un sueldo justo a los que pueden hacer crecer a la organización.
Los que contratan se creen que saben mucho de todo lo referido a gestión, recursos humanos, marketing…incluso finanzas. O de que «no es tan difícil» y como estamos en crisis, con este sueldo es suficiente. Pero la pregunta es, ¿qué valor esperas que aporten a la empresa? Compensa en relación a lo que esperas de ellos…y hazlo con justicia y racionalidad…y si es necesario bájate tú el sueldo para que la empresa sobreviva.
Buenos días Diego,
Me ha encantado la frase “If you pay peanuts you’ll have monkeys” corta y llena de significado. «A buen entendedor pocas palabras faltan.»
Un saludo
Arancha, lo sigo diciendo eres el 100%.
mire lei su articulo, y me viene a la mente otra frase que dice asi, si hacen como que nos pagan, hacemos como que trabajamos…, por tal razon muchos consideramos trabajar como freelance, decidimos y apostamos por nuestro futuro.
Existe otra muy real, nadie es profeta en su propia tierra, ???
Arancha!!, apuesto por las PYMES, son las unicas que pueden sacarnos del impacto global de la economia.
Por tal razon en un futuro muy cercano pretendo crear mi propia empresa, en una posibilidad que me brinda el mercado, y que necesita nuestro planeta azul y verde, y me gustaria que ud fuera mi consejera, existe esa posibilidad??.