En un artículo anterior hablábamos de la importancia de cumplir una regla y seis preguntas para buscar empleo. La regla era: “Encuentra respuesta a cada una de estas seis preguntas”
1. ¿Conoces el mercado actual de trabajo?
2. ¿Eres empleable?
3. ¿Sabes buscar?
4. ¿Te vendes?
5. ¿Sabes mantenerte?
6. ¿Te reciclas?
Esa entrada viene a mi memoria mientras leía el especial sobre empleo que publicaba la semana pasada The Economist. No pinta bien.
Trabajos que desaparecen y se deslocalizan. Me imagino dos situaciones que lo ilustran:
Ejemplo 1. El efecto de la tecnología en el mercado de trabajo.
Dos compañeros de trabajo conversan:
– Felicita al campeón, hoy he vendido otras cien unidades
– ¡Bravo! Estamos arrasando en el mercado. ¿Qué modelo ha sido el triunfador en esta ocasión?
– El lector de entradas de cine. ¡Le ha llegado la hora de la jubilación a unos cuantos revisores!. A este paso, entre las máquinas de venta de entradas y este nuevo pedido de lectura, la única persona a la que verás en el cine será al de la butaca de al lado- dijo entre risas.
– Bueno, también quedará el que vende las palomitas.
– Te equivocas. Ahora mismo le voy a pasar al departamento de I+D una nueva propuesta para que diseñen máquinas de autovending de palomitas ¡y hasta saldrán recién hechas!
Ejemplo 2. El efecto de la globalización en el mercado de trabajo
En un hogar.
– Qué pronto has vuelto
Se oyó el ruido de unas llaves sobre la mesa de la entrada.
– No es una buena señal.
– No lo es –ruido de mochila al suelo.
– ¿Te han echado?
– Sí –si existiera el sonido del caer de hombros, el estruendo en la habitación habría sido ensordecedor.
– ¿Por qué?
– Soy exportable
– ¡¡¡¿¿¿¡¿Qué?!???!!!
– Exportable
– Yo siempre pensé que eras programador informático– fue la primera frase en asomar a los labios, pero supo que no era el momento de bromear- ¿qué quiere decir exportable?
– Que otros pueden hacer mi trabajo por menos dinero.
La crisis no acabó con el puesto de este programador informático. Ni tampoco promovió la jubilación anticipada de los revisores de cine. La crisis sólo aceleró el proceso iniciado por la tecnología y la globalización. Así lo expresó el premio Nobel de Economía Michael Spence.
¿Realizas uno de estos tipo de trabajo? En caso afirmativo, estás en un trabajo en el que puede que no te jubiles.
¿Y por qué Historias de Cracks nos cuenta esto? ¿Qué tiene que ver con la marca personal?
“La marca personal es la capacidad del profesional para comunicar de forma efectiva y notoria en la organización y en el mercado en el que compite, cuál es el valor que le hace único y valioso, usando para ello todas las herramientas tecnológicas y off line que tiene a su alcance”. Arancha Ruiz dixit
Para desarrollar la marca personal el profesional necesita determinar el marco de actuación donde pueda ser más competitivo a largo plazo.
Necesita nociones de sociología, economía y recursos humanos para entender el entorno social, la organización en la que se integra y la evolución que todos estos factores experimentan. Analizar, entender y actuar teniendo en cuenta los factores externos (macro y microeconómicos) e internos (estilos de dirección y cultura empresarial).
Quizá haya que preguntarse primero: ¿hago algo automatizable? ¿ofrezco un servicio que ofrecen otros en países en desarrollo a un menor coste?
Y si la respuesta es que sí, habrá que buscar otro sector o función donde tus habilidades sean insustituibles.
¿Qué sectores y funciones serían estas?
Aquellas en las que el valor añadido sea la experiencia, el conocimiento o las habilidades sociales.
– Si estabas haciendo declaraciones de la renta y el programa PADRE te ha dejado sin clientes, ofréceles asesoramiento personalizado. No hay máquina que pueda hacerlo ni extranjero que conozca la ley nacional.
– Si eres programador, desarrolla la capacidad de interlocución con los clientes y la organización de equipos. Alguien tendrá que coordinar el trabajo a nivel global.
El sociólogo Robert Michels, formuló la «Ley de Hierro de la Oligarquía» en base a tres principios.
El primero de ellos está muy relacionado con la capacidad de coordinar equipos complejos, que será uno de los talentos más demandados en el futuro:
«Cuanto más grandes se hacen las organizaciones, más se burocratizan, ya que, por una parte, se especializan; y, por otra, deben tomar decisiones cada vez más complejas y de una forma más rápida. Aquellos individuos que conocen cómo tratar los temas complejos con los que se enfrenta la organización se van volviendo imprescindibles, formando la élite.»
La globalización crea organizaciones grandes, complejas, que trabajan rápido y a kilómetros de distancia.
La tecnología promueve la especialización en función de la experiencia y el conocimiento.
Aquél que sea capaz de conocer cómo resolver los problemas derivados de este nuevo entorno, creará la nueva élite y ascenderá en la carrera profesional.
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¡Muy bien Arancha!
Efectivamente, como bien apuntas, el reciclaje es imprescindible, si no queremos ser retirados.
Una de las cosas que hago en mi trabajo actual: averiguar, diseñar, proponer y coordinar la automatización de procesos, porque, si el cliente obtiene la misma calidad (o más al no haber errores humanos), y mi empresa hace más con menos recursos ¿por qué no hacerlo?
En cuanto a la gente afectada, algunos están prestando servicios de traducción e interpretación, y otros diseñan documentación que explican procesos o experiencias. En definitiva aportan más valor ahora, que antes con procesos tediosos, y propensos a cometer errores.
Saludos y a seguir así!
Francisco Domínguez
@Franciscodr