El profesional tiene que ser bueno, parecerlo y además contarlo.
La notoriedad, la publicidad y que hablen de nosotros es indispensable para reforzar la marca (personal en nuestro caso). Y si no, que se lo cuenten a Pepsi.
Recientemente publicó la revista TIME la pérdida de la segunda posición de Pepsi en el America’s Favorite Soft Drink ranking, nada menos que en favor de “Diet Coke”.
Malo no liderar la lista y quedar detrás de su archi-enemiga Coca-Cola. Peor todavía caer al tercer puesto.
¿Qué pudo provocarlo?
Wall Street Journal asoció dicha caída a la decisión de Pepsi de dejar de comprar espacios publicitarios en eventos tan emblemáticos como la Super Bowl y emitir anuncios en televisión. Asignó esos fondos al “Refresh Project”, un programa de caridad on line que distribuyó 20 millones de dólares en donaciones para “refrescar las ideas que cambian el mundo”.
Triste pero cierto.
Recientemente publicaba en Historias de Cracks un artículo sobre la “marca personal con sentido”. Aquella idea nacía tras descubrirse en una encuesta que los consumidores apostaban por la perdurabilidad de marcas comprometidas con la sostenibilidad del planeta y de sus moradores.
Bonito pero incompleto.
Porque si esa marca no está presente en los demás mediante la comunicación de sus atributos y la promoción de sus ventajas, esa marca se olvida. Y entonces se elige a otra.
Como profesionales tenemos que ser buenos, idóneos para proyectos en los que encajan nuestros atributos. Ideales para nuestro público objetivo que pueden ser ascensos, nuevos trabajos y crecimiento de nuestros negocios.
Tenemos que demostrar esa idoneidad. Tomar la confianza puesta en nosotros y devolverla en forma de resultado.
Y además tenemos que contarlo, compartir con los demás nuestros triunfos y logros. Porque sólo así podremos tener la oportunidad de que vuelvan a pensar en nosotros, a darnos otra oportunidad para demostrar nuestra valía.
Porque si no, no nos recordarán. Por muy buenos que seamos.
Si, Arancha. Es la famosa máxima de las Relaciones Públicas: «Hacerlo bien y hacerlo saber».
Muy interesante post, que también da mucho que pensar…
Muy buenas Arancha,
En primer lugar decirte que felicidades por el post porque me ha hecho pensar e incluso retroceder a dos de mis posts publicados en mi blog, no para rectificar, sino para aclarar un punto. Hago referencia a ‘El arte de seducir en las redes sociales’ http://bit.ly/gB7f0W y a ‘Abre tus ojos, observa y opina’ http://bit.ly/hHMJP6
He llegado hasta aquí a través de Victor Puig.
En mi opinión, es cierto lo que dices porque entiendo el sentido de tus palabras, sin embargo opino que quizás la palabra ‘apariencia’ no es la más acertada, sino ‘saber comunicar’. Aparentar es querer hacer ver algo que no se es ¿Si? y una empresa debe SER y SABER COMUNICAR LO QUE SE ES.
Quizás lo que le sucedió a Pepsi es que no supo integrar bien sus instrumentos de comunicación y no supo comunicar a los consumidores las bondades de su actuación en responsabilidad con su entorno.
Claro, las empresas tienen un presupuesto, tienen asignados unos recursos para invertir en comunicación, y deben saberlos administrar.
En mi opinión, se trata de saber transmitir a los consumidores que la empresa existe gracias a ellos y demostrarles que es capaz de superar con creces el valor que ofrecen sus competidores (no entrando en conceptos de marketing negativo).
Crearse una identidad, sí, pero en base a un trabajo sólido.
Esta es mi opinión y si me equivoco rectificarme, please :-)
@jordimkt
Otra cosa. El título ‘Que hablen de mi aunque sea mal’ entiendo su significado, porque entiendo que a la gente le mola la polémica, y es una forma de quedarse en su recuerdo, de tener notoriedad. ¿Pero crees que eso es positivo para el consumo? O sea, la empresa o la marca vende una imagen, pero también debe vender sus productos. No sé hasta que punto puede ser bueno que se hable mal de una empresa.
Está claro que cada uno debe sacar sus propias conclusiones, pero los rumores negativos afectan.
Quizás a un personaje mediático como los que salen en Sálvame de Telecinco le viene bien que se cree una reputación negativa, por la polémica, pero hasta qué punto puede ser aplicable al mercado del consumo de otros productos?
Por ejemplo, si yo continuo haciendo posts en mi blog que sean polémicos quizás con el paso del tiempo llegue a ser conocido, pero quizás eso afecte negativamente a que desde un punto de vista profesional se me valore como ‘negativo’, y puede afectar a futuros contratos y buenas relaciones profesionales con mi entorno.
Esta es mi opinión y de nuevo digo que puedo equivocarme.
Gracias
Hola Jordi, completamente de acuerdo contigo. Hay que transmitir algo que existe y que si no, es apariencia sin esencia que produce el efecto contrario: del amor al rechazo.
Y si no, que se lo digan a las marcas y cómo debido al 2.0 han tenido que cuidar sus promesas de valor y no incumplirlas, a riesgo de verse denunciados en foros por sus clientes y consumidores.
El artículo partía de la máxima: «no sólo hay que ser bueno, parecerlo, y además contarlo». La RAE da dos definiciones de «aparentar». La primera: «Manifestar o dar a entender lo que no es o no hay». La segunda: «Dicho de una persona: Tener el aspecto correspondiente a la edad expresada».
Dos definiciones que a priori parecen contradictorias. Podríamos argumentar a favor o en contra y los dos tendríamos razón, porque estamos muy de acuerdo en el fondo. Primero hay que valer.
Pero desgraciadamente sólo valer no vale en el mundo competitivo de hoy. Aparentarlo, como imagen reflejada de tu actividad tampoco, porque hay muchos que ya lo hacen. Hay que reforzar el mensaje, comunicarlo en el mayor número de foros, que oigan de tí, porque sólo así podrás ser recordado llegado el momento.
En cuanto a los rumores negativos, estoy de acuerdo contigo, pero haciendo un inciso importante. Las personas, como las marcas, no gustamos a todo el mundo. Puede hablarse mal, pero eso puede ser positivo dependiendo de:
– si lo dice alguien cuyo criterio no comparto, la crítica se puede convertir en halago
– si la crítica va asociada a capacidades, lo que en una empresa es una debilidad, en otra puede ser una fortaleza
Precisamente estoy preparando un artículo más desarrollado sobre el tema que publicaré en unos días.
Gracias a tí y a Myriam por vuestros comentarios.
Hola de nuevo,
Con referencia a lo que dices del 2.0 quiero decirte que desde hace un tiempo lo estoy analizando, observando, y he podido comprobar que hay marcas que inician, al estilo marketing político, campañas cuando notan rumores que circulan por la red y pueden les puede afectar negativamente. Sin ir más lejos, últimamente se ha hablado bastante del fenómeno gurú, pues he visto marcas personales que han empezado a hacerse los buenos chic@s. No voy a dar nombres, pero si los diera te aseguro que son peces muy conocidos en la red. Además, noto que eso del buen rollito es pura hipocresía, en realidad hay unos latigazos de la ostia y una competencia brutal. Mira, yo empecé a interesame por el mundillo del Social Media, pero me he decepcionado bastante, a parte de aburrido. Todo el día hablando de facebook y Twitter, jo acabo asqueado del asunto. Además que muchos tratan de desprestigiar otros instrumentos del marketing, cosa que me parece patética cuando se hacen campañas para desprestigiar. Pues todo esto, me llevó a escribir los dos posts que te he comentado, no con intenciones de atacar a nadie, sinó porque un blog sirve para dar nuestros puntos de vista, sin atentar a nadie, y noto que hay mucha gente que se deja influenciar hasta el punto que parecen no tener identidad propia. Por ejemplo, este post tuyo, antes de retuitear he considerado hablarlo contigo, pensarlo, y llegar a unas conclusiones. Pues hay cantidad de gente que retuitea porque sí, porque parece más chic que de vez en cuando en su timeline aparezca alguna noticia, sobretodo porque viene de la mano de algún autor con reputación. Creo que incluso muchos ni llegan a leerse los posts y los retuitean para llenar espacios. Veo que hay grandes profesionales, pero también mucha superficialidad, cuento y apariencias. POr eso he llegado hasta aquí Arancha. Pero yo soy desconocido, y puede repercutir sobre el currículum o reputación que iré contruyendo poco a poco. Estoy seguro que ya habrá más de uno que pensará que mis posts o mis comentarios son negativos, cuando en realidad lo que hago es defender las buenas prácticas en la red.
@jordimkt
Otra cosa,
¿Sabes que creo que es realmente útil en los comentarios de los blogs? Que te digan su verdadero punto de vista, aunque sea otro diferente al tuyo. Un post con comentarios que sólo dicen: »felicidades, por el post!» o »Gracias por existir y tus maravillosas palabras»… está bien hasta cierto punto. Si sólo tienes eso, si sólo te dan la razón puedes llegar a pensar que o no te leen de verdad o sólo le hablas al mismo tipo de gente… No se como explicarlo, me parece que un vale y dice más un comentario (sin ser ofensivo) que analice lo que has escrito y diga un punto de vista con identidad propia que mil gracias y mil felicitaciones.
@jordimkt
Habrá gente a la que le guste lo que escribes y otros a los que no. No importa, hay que asumir que no podemos gustar a todos.
Del debate y del intercambio surge la apertura de miras, la reflexión y el conocimiento. Se aprende de ellos si, como bien dices, hay reflexión y no simplemente repetición.
Creo que con el tiempo el usuario de las redes sociales aprende a separar el grano de la paja. Los pajaritos de repetición aportan un relativo valor, y son usados como tales, no identificados como gurús.
Cada uno usa las redes como quiere, pero basado en esa misma libertad, debes respetar que esta actitud sea aplaudida, ignorada o abucheada. Y si quieres (y desde mi punto de vista debes), aprender del halago y de la crítica, de la discusión y del debate.
Parece que más de uno necesita un asesor en marketing político…:)-