#HijasDigitales
Mi madre estudió francés y no inglés y a pesar de ello desde que yo era una niña mi madre sabía que si quería garantizarme un mejor futuro profesional además de enviarme a la escuela tenía que empujarme a dominar el inglés.
Empujar, sí señor, esa es la palabra. Las madres empujan a sus hijos para que aprendan porque saben que eso les ayudará en el futuro. Madres y padres quieren que sus hijos tengan más oportunidades que ellos mismos y así muchos que no tuvieron estudios ahorraron y se esforzaron para que sus hijos y sus hijas sí los tuvieran y les proporcionaron educación para alcanzar posiciones que ellos tuvieron vetadas por esa falta de cualificación.
En la era en que vivimos la competencia digital será la habilidad que marcará positivamente el futuro profesional y la marca personal, como en el pasado fueron los idiomas.
Aunque se nos llene la boca de decir que las generaciones nacidas en el año 2.000 y siguientes son digitales la realidad es que no por nacer en un mundo globalizado aprendes idiomas por arte de magia. Y tampoco aprendes a ser digital por tener una tableta. Requiere un esfuerzo y un proceso. Pero la realidad es que desgraciadamente no estamos empujando a nuestros hijos y a nuestras hijas a aprenderlo por igual.
El peso del estereotipo
Mis padres querían para mí como hija las mismas posibilidades que mi hermano y nunca distinguieron en función del sexo a la hora de enviarnos a aprender inglés.
Casi me caigo de la silla cuando en una conferencia en una prestigiosa institución una de las mujeres que exponían con un currículum brillante dijo que en algún sitio había leído que a las mujeres nos falta un gen para comprender y dominar la tecnología. Ciertamente nuestras conexiones neuronales se producen de diferente manera, como bien muestra la doctora Ragini Verma en el siguiente gráfico, lo que ayuda a los hombres a mantener la concentración, dominar mejor la abstracción y el espacio y a la mujer a interactuar socialmente y dominar mejor la intuición.
Fuera de eso, simplemente son distintos caminos de conexión cerebral. (Podéis leer el resumen del estudio que hizo The Economist en este artículo).
No fue la barbaridad de la manifestación lo que más me preocupó –aunque tenía tela-, sino la constatación de que son en ocasiones las mismas mujeres que están luchando por la igualdad en puestos de gestión las que consideran incapaces a las mujeres de dominar la disciplina que será líder en el próximo siglo: la digital. Luego nos extrañamos que la mayoría de los emprendedores y líderes de la nueva industria sean hombres y haya tan poco porcentaje de mujeres. Pero la pregunta es, ¿se ha incentivado a las niñas a adquirir las mismas competencias digitales que a los niños? La respuesta tristemente es no.
Mientras preparaba este artículo muy oportunamente me llegaron a través de uno de mis blogs favoritos –Microsiervos– dos vídeos que ilustran perfectamente la discriminación digital a la que nosotros, padres preocupados por el futuro de nuestros hijos e hijas, estamos sometiendo a éstas últimas (gracias, gracias, por darme el argumentario visual).
Qué daño le estamos haciendo a nuestras hijas.
Y con éste ya te mueres y por el camino sientes mucha vergüenza
Mismas competencias, distintas maneras de desarrollarlas
Siguiendo las conclusiones del estudio de la doctora Verma, al poseer una mayor capacidad de abstracción puede ser que los hombres tengan más facilidad para programar en sistemas binarios o matemáticos (generalizando), pero la tecnología en este caso es una aliada de las mentes intuitivas y creativas sean masculinas o femeninas y ahora existen otras maneras de aprender a codificar para hacerlo más accesible.
Un buen ejemplo es el Scratch, diseñado especialmente para niños por el MIT, que está pensado para usar comandos de programación (como piezas ya estructuradas) en lugar de tener que escribir en código (líneas de símbolos y números). Es algo así como en lugar de darte plástico para que lo inyectes y crees formas y con eso luego realizar estructuras de casitas o lo que sea te den directamente las piezas de Lego.
¡Imaginaos con ese cerebro intuitivo, creativo y social la de cosas que las niñas podrán llegar a crear sin necesidad de usar necesariamente la abstracción!.
Saber qué hay que hacer y encontrar cómo hacerlo
Mis padres tenían dos ventajas respecto a las generaciones actuales:
- habían sido advertidos de que el inglés sería un futuro requisito profesional necesario y
- tenían recursos y opciones donde llevarnos a aprenderlos (centros formativos, libros, estancias en el extranjero y un largo etcétera).
Hoy todavía no existe esa consciencia ni tampoco una oferta que la haga realidad pero poco a poco se está desarrollando.
1. Por qué hay que aprender a codificar.
Codificar es aprender a hablar en este mundo digital.
Los negocios que nacen hoy no pueden concebirse aislados del entorno digital. La tecnología promueve la eficiencia y la expansión de los negocios y como tal es necesario comprenderla y poder hablar en su mismo idioma: el código de programación.
James D. Wolfensohn, el que fuera noveno presidente del Banco Mundial, dijo durante su intervención en el Forum Impulsa de la Fundación Príncipe de Girona: “Los nacidos como yo en la primera mitad del siglo XX y los de generaciones anteriores se pudieron permitir no ser profesionalmente dinámicos, digitales y globales. Ninguno de los que nacieron después pueden permitírselo.”
Saber el “hello” y el “how are you” del código no es tener que estudiar una ingeniería informática como tampoco tuvimos que hacer filología inglesa para poder desenvolvernos en el idioma. Y para aquellos que estéis pensando algo así como “mi hija quiere ser maestra, abogada o periodista y para eso no necesita saber programar” quiero que tengáis presente que:
– puede que tu hija en el primer curso de magisterio, derecho o periodismo se dé cuenta de que eso no es lo que en realidad quiere hacer
– puede que tu hija termine viviendo en otra ciudad o en otro país y cambiando con ello de profesión
– o puede que el mundo de la docencia, la abogacía o el periodismo cambie tanto en los quince años venideros que de repente un día sólo los que hablen digital puedan sobrevivir
Los que pensaron hace 20 años que para ser un buen maestro en una escuela en su ciudad, un abogado en laboral o periodista de la sección local no era necesario saber hablar inglés se encontraron en clara desventaja al asentarse la globalización. A muchos de estos les pilló en mitad de su carrera profesional con pocas o ningunas ganas y/o capacidad para retomar el inglés y vieron con ello truncadas sus posibilidades de progresar siendo adelantados por otros que quizá sabían menos de enseñar, derecho o redactar, pero que cumplían un requisito que se había convertido en “sine qua non” para el mundo laboral.
Hoy no puedes esperar a que el colegio te resuelva la papeleta como nuestros padres tampoco se fiaron 100% del sistema escolar para darnos una base de inglés. Pueden pasar años antes de que se introduzca una efectiva reforma educativa en ese sentido y que los profesores aprendan para enseñar. La brecha digital está a la vuelta de la esquina, como bien señalaba en el artículo Mamá ¿qué seré en el 2020?
2. Empiezan a haber recursos pero tenemos que impulsar la creación de muchos más
¿Dónde están las academias de codificar? ¿qué tengo que hacer para que mi hijo sea digital?
Estos son algunos de los recursos que tengo localizados para fomentar las competencias digitales y científicas:
1. Especialmente para niñas
Goldieblox– robótica para niñas
The Valentina Project (conocido gracias a Microsiervos)
Testimonio 1 de una chica de 17 años explicando cómo es ser techie, fantástico para inspirar y normalizar.
2. Para los más pequeños
3. Para niños y niñas, adultos y mayores:
www.Code.org -el más completo y desarrollado
Khan Academy – la especialidad de computing aunque es recomendable para todas las disciplinas
Scratch– mis hijos son grandes fan
LeanPub (programación para niños, es un libro)
Codea- iTunes (de pago)
4. Para los interesados en la robótica
Un regalo, su primer robot
Los mejores juguetes tecnológicos, según Microsiervos
En Madrid
En Barcelona
Campus Tecnológico (hacen colonias de verano)
En Valencia
Y hay muchos, muchos más.
Lo mejor es que cada vez que hablo con alguien de este proyecto nacen nuevas ideas. El otro día una ingeniera informática que vivió en primera persona lo que era hacer una carrera siendo de las escasísimas chicas de la Facultad se sintió totalmente identificada con la idea de #hijasdigitales y me llamó días más tarde para decirme que había estado dando vueltas a la idea y que había decidido crear un blog para explicar a madres qué podrían hacer con sus hijas en tecnología. Si hay blogs de aprender a hacer galletas y manualidades, ¡que también lo haya de aprender a ser digital!
#HijasDigitales, una causa que merece la pena
Padres y madres:
1. Empujad a vuestros hijos a aprender a codificar, sin ninguna duda será la competencia diferencial del talento más valorada en este siglo.
2. Esforcémonos especialmente por hacer a nuestras hijas digitales. De lo contrario estaremos contribuyendo sin saberlo pero de manera muy directa a que en este siglo también se queden en la segunda línea profesional.
3. Ayudad a los demás a ser conscientes de esta ventaja digital. Que no haya ni un solo padre o madre en España que no sepa que tiene que convertir a su hijo en digital haciendo que aprenda a codificar. Impulsemos iniciativas para que nuestros hijos aprendan, para que se multipliquen las opciones para aprender.
Yo soy madre de dos niños y una niña. Me nace desde lo más profundo de mi ser desearles lo mejor y tratar de darles las mejores herramientas. Porque los tres se lo merecen por igual.
Si crees en esta causa comparte todas las ideas, pensamientos y recursos a través de #hijasdigitales
Pásalo. Esta causa merece realmente la pena.
***
¡Enhorabuena Arancha! Creo que faltan muchas más personas hablando de esto para que nos demos cuenta.
Impresionantes los vídeos.
Gracias Arancha por recordarnos este ámbito de desigualdad relacionado con el fomento de las habilidades tenológicas. Los estereotipos y las relaciones que se establecen entre actividad cerebral y capacidad desde la neurociencia no ayudan. Por tanto, la responsabilidad recae de nuevo en los adultos implicados que, mediante continuas decisiones, pueden establecer los mismos recursos y prioridades para sus hijos, ya sean estos niños o niñas. Gracias también por los recursos. Un abrazo!!
Gracias Arancha por recordarnos este ámbito de desigualdad relacionado con el fomento de las habilidades tecnológicas. Los estereotipos y las relaciones que se establecen entre actividad cerebral y capacidad desde la neurociencia no ayudan. Por tanto, la responsabilidad recae de nuevo en los adultos implicados que, mediante continuas decisiones, pueden establecer los mismos recursos y prioridades para sus hijos, ya sean estos niños o niñas. Gracias también por los recursos. Un abrazo!!
Hola Arancha,
Me ha parecido muy interesante y apropiado tu articulo, sabes que comparto tu preocupación y cuando hablamos el otro día se me olvido comentarte otra pata de este mismo tema. Este es que los niños ademas de aprender código como un lenguaje universal también pueden aspirar a hacer, (imaginar-diseñar-fabricar) te pongo este link a Los Hacedores, Adam su fundador tiene la vocación de enseñar a los niños a modelar y fabricar con su escuela de Makers, código, modelado, impresión 3d… Yo también creo que Les dará a la generación que viene mucha libertad.
Gracias por tu artículo.
http://www.loshacedores.com/formacion/
Muchas gracias Arancha por compartir ideas y recursos tan valiosos. Me encantará contribuir a su difusión. Un abrazo